historias aladas: La entrada al infierno (primera parte)
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martes, 10 de noviembre de 2009

La entrada al infierno (primera parte)

Mientras estuve vivo me preocupe siempre de mi futuro, pasando a llevar quizás a los que me querían (y a los que no también) por mis intereses personales, desde pequeño soñé con aventuras en las que era el protagonista luchaba por el bien y seguía la voluntad de Dios, pero al cumplir los 12 años deje todo aquello atrás ¨sabiendo¨ que eran tonterías del siglo XXI por que ahora en el siglo XXII cayeron todas las religiones y la palabra Dios se convirtió en un concepto anticuado dejando de creer también en el infierno, y muchas personas (en las que me incluyo) comenzaron a cometer fechorías tan horribles como matar a sus propios vecinos por placer ya que teníamos en cuenta que el sistema judicial era una total puerta giratoria y no había un castigo en si.

Ahora que lo pienso, hice cosas horribles en mi juventud viole a mujeres inocentes que no tenían la culpa de que yo quisiera un mejor estatus social entre mis amigos, al cumplir los 33 años caminaba por una calle solitaria dirigiéndome a mi fiesta de cumpleaños cuando mi ex novia Julia apareció armada, despechada por que la engañe con su hermana, apunto en mi dirección y sin pestañear jalo del gatillo, por un momento todo fue oscuro.


Cuando volví en mi estaba en esta especie desierto con ramas gigantes que salen desde la tierra llenas de espinas que parecen mas filosas que el mejor sable que jamás he visto, he caminado demasiado, mi reloj mental no funciona y desde que llegue pareciera que fuera atardecer, me duele el cuerpo pero ya no siento la bala envenenada que salio de el arma de Julia aunque esta allí la herida abierta, estoy casado y tengo mucha sed siento que moriré pero se que no se puede porque ya estoy mas que muerto me acosté en el suelo esperando que esto pasara y que por fin oscureciera, el calor es horrible.


Llevo mucho tiempo tirado aquí en este desierto y aun no llega la noche al parecer esto es un eterno atardecer creo que me estoy haciendo la idea en que lugar estoy pero no quiero ni pensarlo, pero para responder y acabar todas mis dudas justo a tiempo apareció una especie de animal alado frente a mi la cosa mas horrible que he visto, parecido a un dinosaurio pero lleno de púas iguales a las espinas de las ramas del suelo, estaba aterrorizado hasta que esta cosa me hablo.

-James sabes donde estas-me pregunta con un hálito tan fuerte que hizo arder mis ojos-.

-creo saberlo-aunque estaba completa mente seguro no quise precipitarme-¿esto es el infierno?

-jajá jajá-aquella risa me hizo estremecer-no pero muy pronto llegaras allí la desesperación y el dolor que haz sentido hasta ahora no se compra que lo que te espera.

Alzo el vuelo y con una de sus patas me tomo, sus púas se cavaron por todo mi cuerpo pero el no se inmutaba a mis gritos de dolor cerré los ojos hasta que de repente rasgándome un brazo me bajo.

-AHHHHHH!-no me atreví a insultarlo para que no cercenara el resto de mi cuerpo-.

-Si es que aun no te has dado cuenta aquí no puedes morir así que cuando sufras heridas que en la tierra te matarían aquí se curaran en algo como media hora y tú te desmayaras dependiendo de la gravedad la única herida que no desaparecerá será la que causo tu muerte en el mundo mortal, ahora descansa si es que puedes mientras ese brazo vuelve a su lugar- se dio la vuelta y alzo el vuelo- ah y antes de que te desmayes te doy la NO bienvenida al infierno-.

En ese momento voltee y ante mi observe una horrorosa ciudad, y en ese mismo instante perdí el conocimiento.


continuara...

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