Historias Aladas

No me recupere en un buen rato de lo sucedido, hasta que por fin anocheció.

Yo aun seguía llorando pero no tan desesperado como antes.

-No te he querido molestar pero ahora tienes que levantarte pronto llegaran…-Baco por fin hablo-¡enserió tienes que moverte ya hemos de buscar un refugio¡

-¿De que sirve buscar un refugio si ya no queda nada por lo cual luchar?-terminaba la frase cuando escuche un estruendo descomunal y uno que otro grito proveniente de la ciudad- Baco… ¿que es eso?-me temblaba la voz tenia pánico.

Corre james corre vienen los jarcks-Me dijo desperado y tan asustado como yo.

Y entonces mire al monte que estaba cruzando el lago, y los vi se deslizaban como un mar negro a lo lejos parecían, bichos de dientes gigantes y afilados pero no quise observarlos mejor, corrí en dirección a la ciudad, en ella la gente andaba con la misma desesperación que yo incluso chocando unos con otros, había hombres mujeres y ancianos, todos buscando un refugió, algunos se escondían en los conteiner de basura , pero la mayoría entraba titubeando a los edificios, decidí hacer lo mismo pero preferí internarme mas en la ciudad hasta q me agote de correr y entre en la primera puerta que vi.

Era un gran edificio con una recepción que habría sido bastante agradable de no ser por una serie de cuadros idénticos bastante espantosos los cuales tenían la imagen de un niño triste la cual causaba escalofríos en mi cuerpo, me acerque al encargado.

-¡OH¡ que emoción un recién llegado pero debes tener coraje para internarte tanto en la ciudad eres todo un valiente…-cambio su expresión alegre y amigable a una maliciosa-dime amigo mío ¿como te llamas?

-James Meyer-dije, el escribió en un cuaderno roñoso-.

Bueno James tengo que informarte que los edificios aquí son un poco especiales-se lamió los labios- veras tendrás que pasar por algunas pruebas que pronto conocerás- rió-espero que no te sorprenda que son mas grandes de lo que parecen por fuera. Tienes que subir pisos hasta que amanezca solo podrás bajar cuando salga el sol afuera- el cuadro que el tenia a sus espaldas dejo me mostrar la imagen del pequeño triste mostrando en su lugar al mismo niño con una expresión desquiciada apuntándome pero fue solo por un momento por que luego volvió a la normalidad- debes ir ya.

Me dirigí al ascensor con un poco de miedo no quería sufrir mas pero ¿Qué podía hacer?