El lago de los remordimientos (2da parte de entrada al infierno)

No quise mirar, pero el calor me advirtió que todo lo que había sucedido era real. Cuando por fin me decidí a abrir los ojos vi a aquel ya familiar eterno atardecer, me levante, cheque mi cuerpo (recuerden que me habían cercenado un brazo), me asegure de que todo estuviera en su lugar, voltee y observe el infierno, era una ciudad gigantesca, que se extendía mucho mas allá de donde mis ojos captaban en ella los edificios se convertían en nubes negras antes de tocar el cielo, a través de ella pasaban varios riachuelos de sangre que se juntaban a los pies de la montaña en la que me encontraba formando un lago, descendí.

Al llegar abajo me encontré con una caseta de informaciones, cosa que no me extraño (ya nada me sorprendía), me acerque, en ella había una ¨hermosa¨ mujer de espaldas a mi,me dirigi a hablarle, pero mientras mas se acortaba la distancia entre ella y yo mas se intensificaba un olor repulsivo en el ambiente, le hable.

-Hola, ¿puedes ayudarme?-dije asqueado.

-Por supuesto- se giro y pude observar su horrendo y putrefacto rostro.

-emm… no se que hacer- titubeé-¿Cómo me dirijo a la cuidad?.

-Es lo que todos preguntan… -buscó algo-tienes que dirigirte al lago y cruzarlo nadando, pero no creas que será solo nadar… toma a tu guía su nombre es Baco cuídalo, le debes una-me paso una especie de llavero con un muñequito feo en la punta, el cual enganche a mi collar- ahora vete que los ¨Jarcks¨ es tan por salir, se viene el anochecer.

-¿Qué son los ¨jarcks¨?-me mordí el labio.

-son criaturas de por aquí, a las cuales les encanta comer carne fresca, creedme no quieres encontrarte con uno-cerro la ventanilla de golpe-.

-si te preguntas que soy exactamente te lo diré inmediatamente, yo soy tu demonio en guardia, yo era tu ángel de la guarda pero me condenaron contigo por no llevarte por el buen camino, así que somos compañeros pecador de mi@#|€%.

-discúlpame…

-ya, ya deja de hablar y vamos antes de que los jarcks nos agarren.

Me sumergícon poca repulsión en aquel espeso lago de sangre, nade muy rápido hasta que no aguante mas, me detuve…

-El infierno se hizo cada ves mas caótico gracias a este lago...-dijo la voz desde mi pecho-.

-¿a que te refieres?- pregunte mientras me mantenía a flote.

-lo que comenzaras a ver y sentir es muy real, pero enfoca tu mente para no enloquecer. Por que gracias a este lago de 2 personas que entran al infierno 1 enloquese antes de llegar a la cuidad, aquí Amón (el hijo de Satán) y sus secuaces saben todo sobre tu vida terrenal y este lago se encarga de recordarte de forma muy macabra el pecado que mas te atormenta…

Baco no alcanzo a terminar cuando desde el fondo del lago comenzaba a emerger algo, me mantuve expectante hasta que salio a flote, se trataba de un bebé muy hermoso, sus ojos eran iguales a los de julia, su nariz a la de mi madre, y lo comprendí ese bebé,era mio, lo tome en mis brazos, el me miro y soltó una risita, sentí que lo amaba, así nos mantuvimos un tiempo, sin tomar importancia a lo que nos rodeaba, me sentí muy feliz pero de un momento a otro mi niño cambio su tierna expresión a una que reflejaba un inmenso dolor, sus ojitos derramaron lagrimas negras, grita, mientras su rostro se desformaba, no sabia que hacer su llanto me partía el alma (a pesar de el horrible rostro que ahora mostraba), entonces el llanto seso pero el silencio lo rompió una voz ronca que provenía del bebe.

-James, ¿recuerdas cuando obligaste a mi madre a abortarme?

-…-lo mire con terror.

-¡mira lo que me hicieron!, atorméntate-decía mientras su cuerpecito se caía a pedacitos de mis manos.

Yo entre en shock, y lo único que se me ocurrió hacer fue nadar con todas mis fuerzas a la orilla como yo estaba gritando la sangre se metía en mi boca y yo la tragaba pero no le tome importancia lo único que deseaba era salir de allí, a mi alrededor emergieron pequeñas extremidades, brazos, piernas, ¡ojos! Y un estruendo lleno mi mente eran miles de vocecitas chillando, estaba desesperado era horrible no podía mas, seguía nadando mas y mas. Cuando al fin toque la orilla todo seso agotado me acosté en el pavimento y llore de dolor, me encontraba muy arrepentido, si las cosas no hubieran sido como fueron quizás yo hubiera conocido a mi hijo, lo hubiera amado hasta mi muerte y quizás ni siquiera me encontraría aquí comencé a reír histéricamente mientras las lágrimas humedecían mis mejillas.

esto todavia no termina

por katulina